📌 Hay muchos tipos diferentes de terapias, métodos de autoayuda, medicamentos y espiritualidad. Pero estos métodos a veces no son claros respecto a la pregunta: 

¿Cómo cambiamos las personas?

Aquí les ofrecemos una visión amplia de cómo ocurre el cambio, centrándose en ocho

maneras en las que cambiamos las personas. Aunque existen diferentes nombres para cada una de ella, todas ellas están básicamente basadas en uno o más de estos procesos clave.

 

 🧐 ¿Con cuál de estas ocho maneras te identificas más?⁣⁣

1- Aprender nuevos afrontamientos.

El afrontamiento se refiere a cómo respondés a los problemas. En las familias y en las comunidades sanas, es como respirar, lo hacen, aunque no hablen de eso o no sean conscientes de qué lo están haciendo. Son responsables y manejan los desafíos de manera positiva. Pero el trauma y la adicción reducen su capacidad para hacer frente, a veces en extremo. Es posible que debas aprender o volver a aprender los «cómo » de la vida: cómo calmarnos cuando estamos enojados o frustrados… cómo manejar las cosas qué nos llevan a actuar impulsivamente, repensar las situaciones, establecer límites en las relaciones, cuidar mejor de tu cuerpo, sentir placer sin comportamientos adictivos, y así sucesivamente.

Un joven de 28 años, cuando descubrió que tenía la enfermedad de Hodgkin, había consumido alcohol y marihuana varias veces a la semana desde que tenía 15 años. “El cáncer me alteró todo en mi vida. Yo trabajaba bastante y me gustaba mucho la noche y sus excesos. Cuando el médico me dijo que tendría que dejar de tomar alcohol y fumar marihuana, eso me golpeó más fuerte que la quimioterapia. Si tengo un trabajo y me va tan bien, ¿como podes tener un problema de adicción?. Pero cuando traté de dejar de consumir, me asustó que no pudiera recurrir al alcohol y fumar marihuana o no salir de noche (lo que estaba muy asociado). Tuve que empezar un tratamiento. El trabajo principal eran las habilidades de afrontamiento, y tenía que usarlas todo el tiempo: manejar mi enojo, entender mis cambios de estado de ánimo, tolerar el malestar, relacionarme con los demás, habilidades para prevenir recaídas. Todo era afrontamiento. Al principio pensé que lo que trabajaba en el tratamiento, no lo podría cumplir en mi casa. Pero las palabras cáncer y muerte, me venían a la cabeza y no me quedaba otra qué hacerlo. Me sorprendió que las habilidades me ayudaran. Cómo manejar las tentaciones, cómo tratar con la gente, cómo divertirme sin enfiestarme. No fue fácil, pero al final entendí que tengo el poder de decidir cómo actuar en cualquier situación, ya sean tentaciones o enojarme con alguien o cualquier otra cosa. No elegí tener cáncer, pero estoy agradecido por lo que aprendí. Superé el tratamiento contra el cáncer y he estado sobrio durante 2 años”.

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2. Duelo

El trauma y las pérdidas traen dolor. Puedes permitirte sentir el dolor emocional, atravesarlo y salir con una nueva comprensión y una sensación de paz. No podés cambiar las cosas malas del pasado, pero podés cambiar cómo manejar lo que sentís con ese duelo, esto es sobre todo útil con las pérdidas: pérdida de tiempo, salud física, inocencia. También puede ayudarte a aceptar lo que deberías haber tenido y no lo tuviste, como amor y compasión Si el trauma o la adicción son severos, podés pensar que toda tu vida fue un desastre; esto también puede ser muy doloroso. Es posible que también hayas perdido personas y cosas muy valiosas para vos. Es necesario enfrentarse a este dolor acompañado y guiado, ya que puede ser desencadenante de recaídas.

¿Cómo se siente el duelo?

Una escritora que sufrió la combinación de trauma y adicción, describió muy bien el duelo:

 

“Después de que falleció mi papá… Tuve que dejar mi vida casi por completo y estuve encerrada durante meses. Sentí que el mundo era peligroso si alguien joven y sano como mi papá de repente se muere. Eso me quebró de manera tan completa e irreparable que estaba segura de que nunca más iba a sentirme realmente contenta, que en el mejor de los casos podría haber un poco de satisfacción, nada más. Todos querían que buscara ayuda y volviera a mi vida, que me levantara y siga adelante, y lo intenté, quería hacerlo, pero solo seguía encerrada, los ojos cerrados, afligida. Y luego, con el tiempo, volví a estar más o menos bien: volví a sentir alegría, y ahora la siento una alegría, incluso a veces más grande de lo que nunca pensé que podía sentir. Es tan grande el recuerdo del amor de mi papá dentro de mío… a veces siento que voy a explotar, como cuando estás enamorada”.

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¿Sería útil tener el apoyo de un terapeuta, un grupo o un buen amigo?

3. Cambio drástico.

Un cambio drástico, es un cambio repentino, significativo y permanente. Algunos le dicen “me cayó la ficha”. Es diferente al cambio lento y constante más común en la recuperación, que tiene altibajos a lo largo del proceso (lo que se conoce como cambio educativo o incremental). Por el contrario, el cambio drástico es “repentino, no planificado, profundo, positivo y permanente: cuando la recuperación sucede a partir de esto, la vida de uno tiene un “antes” y un “después” en un instante.

En la adicción , tocar fondo a veces resulta en un cambio drástico.

Perder el trabajo, ir a la cárcel, tener un accidente de auto o cualquier otra situación con consecuencias serias puede hacer que una persona finalmente vea que su problema está fuera de control y es inmanejable, lo que lleva a la decisión de no querer consumir nunca más. Es lo que sucede después de la desesperación. El cambio drástico a menudo tiene un componente espiritual y se describe como renacer espiritual: “…las adicciones estaban incrustadas en un yo dañado que tenía que morir antes de que pudiera nacer un nuevo yo”.  (White, 2014).

4. Cambio basado en los vínculos.

Las relaciones amorosas pueden ser uno de los métodos de cambio más poderosos. Pueden ser familiares, amigos, un terapeuta, una ayuda espiritual como un poder superior o un grupo de ayuda mutua. Las relaciones afectuosas son especialmente importantes en la recuperación del trauma y la adicción que erosionan mucho las conexiones saludables con los demás. 

Cuando alguien sufre de estrés post traumático, las personas empeoran en lugar de mejorar. Una persona sufre un trauma extremo, lo reprime (no reconoce el trauma o los sentimientos que evoca) y, como resultado, les resulta difícil confiar en los demás, y la adicción puede dificultar que los demás confíen en ellos, generando un círculo vicioso. Su recuperación también puede fortalecerse en los vínculos, incluso ayudar a los demás, que va desde ayudar a un compañero del grupo o ser un referente (padrino o madrina) de otras personas afectadas. En muchos casos, ayudar a otras personas que han sufrido traumas a superarlos puede ser una herramienta poderosa de la propia recuperación, incluso cuando ninguna otra cosa funcionó.

¿Cómo se siente el cambio basado en los vínculos?

Una chica perdió a sus padres cuando tenía 7 años y creció en una familia adoptiva sufriendo abandono y abuso. Desarrolló un problema con el alcohol cuando era adulta, justo cuando su propia hija cumplió 7 años, lo que le trajo recuerdos muy dolorosos. “Mi esposo se sentó abajo y habló conmigo. Estaba bebiendo demasiado. Manejaba el auto con mi hija luego de haber tomado. Él me ama mucho y estaba preocupado por nuestra seguridad. Pude escucharlo, y empecé un tratamiento, quienes a su vez me indicaron un grupo con otras personas con problemas de adicción. Cuando recuerdo cómo era hace 8 meses cuando comencé y lo comparo ahora estando en sobriedad, estoy asombrada por los cambios. Al principio, me sentí como si nunca podría mejorar, pero un grupo a la vez, trabajando los pasos en Alcohólicos Anónimos, pidiendo ayuda a mi madrina y a los profesionales que me acompañan, logré atravesar de la tormenta de emociones, dudas y miedos a este lugar más seguro en el que estoy ahora. Puedo confiar un poco más en mí misma y sentirme más capaz de manejar mis emociones. Sé que esto todavía se considera el comienzo de la recuperación, y me pregunto-

de cómo me sentiré en un año, en 5 años y en 10 años. Ahora también sé que necesito apoyo respecto al trauma infantil que sufrí. A medida que aprendo más, empiezo

a ver por qué empecé a beber. Estoy asombrada del amor de mi esposo y cómo me dijo la verdad de lo que estaba viendo de una manera que me hizo cambiar”.

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5. Cambios basados en el cuerpo.

Este tipo de cambio ocurre a través de medicamentos, terapias corporales u otras experiencias físicas intensas. Cada vez hay más conciencia de la utilidad de las conexiones mente-cuerpo para alcanzar la recuperación, y para algunas personas estos abordajes son más convincentes que la ayuda psicoterapéutica tradicional. Los problemas de trauma y adicción pueden mejorarse con el yoga, el ejercicio físico, los masajes y la meditación. Los medicamentos psiquiátricos son uno de los métodos de cambio basados en la biología del cuerpo más comunes para los problemas de trauma (p. ej., antidepresivos), así como para la adicción (para reducir el deseo de consumir, etc.).

¿Cómo se siente el cambio basado en el cuerpo?

Una paciente padeció trastorno por estrés post-traumático durante más de 10 años debido a una enfermedad grave a los 13 años, incluso le dijeron que podría no sobrevivir. “Mi terapeuta me explicó que el cerebro codifica la experiencia en las vías neuronales y que, en el caso de esas experiencias amenacen la vida, esas vías neuronales pueden tener una gran hiperactivación y quedan muy sensibles. Me dijo que el objetivo es “procesar” la experiencia de mi enfermedad… Utilizamos técnicas específicas: desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR), entiendo que hay otras técnicas también… De a poco, esa conexión mente-cuerpo tan sensible y bloqueada empieza a fluir. Empiezo a reconocer las reacciones de mi cuerpo. Empiezo a practicar escuchando y evaluando la fuerza de esa voz interior… Me entreno para sentir el impulso y responder, sin hacer preguntas. Pronto, este tipo de comportamiento se vuelve automático, y empiezo a caminar sintiéndome cálida y confusa con el pensamiento de que por ahí haya una manera de unir quién era antes y quien soy ahora, mis miedos y mi fuerza”.

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6. Coerción.

La coerción se refiere a un cambio forzado, como cuando la justicia te obliga a asistir a un tratamiento. Se usa para el tratamiento de adicciones, pero casi nunca para el abordaje del trauma. Te sorprenderá saber que a las personas obligadas a asistir a un tratamiento les va tan bien o incluso mejor que los que asisten voluntariamente, según investigaciones. Y algunas personas dicen que verse obligadas a someterse a un tratamiento fue lo mejor que les ha pasado. Hay psiquiatras que sostienen que muchas personas necesitan un empujón, incluso si no siempre es una coerción formal (como una orden judicial) para empezar un tratamiento: «No he tenido un solo paciente que entrara porque se despertó un día de la nada y dijo: “Yo soy un adicto y necesito recuperarme”… Generalmente, vienen obligados por algo. O tienen problemas en el trabajo, su pareja le dijo que empiece tratamiento o se separaría, sus hijos los confrontaron o sus padres le dijeron que se tenía que ir de la casa y dejarían de ayudarlo económicamente si no empezaba un tratamiento. Es el trabajo de los profesionales del equipo engancharlos realmente al tratamiento una vez que hayan empezado”.

¿Cómo se siente la coerción?

“Antes pensaba que los adictos era personas que vivían al margen de la sociedad,

con los ojos sacados, la cabeza rapada y viviendo en la miseria. Eso fue hasta que tomé conciencia que yo también tenía ese problema. Nunca pensé que tenía una adicción. En mi mente, todo estaba funcionando bien, eso pensaba. Vivía en una linda casa, tenía un buen auto, fui madre, esposa y tuve éxito profesional. Suena como un sueño cumplido, hasta que mi adicción a los tranquilizantes produjo un vuelco en mi vida. Esa adicción provocó que la justicia interviniera para proteger a mis hijos y me obligó a recibir tratamiento. Pensé que era un castigo, ¡pero me salvaron la vida!… poco a poco, empecé a abrirme con los demás, mostrar lo que pasaba en mi interior. Mi terapeuta me ayudó a entender que el dolor emocional duele tanto como, si no más, que el dolor físico.  Pensé que sería capaz de romper el dolor y la cadena de adicción en la que estaba metida con tanta fuerza, pero lo hice… Hoy estoy en recuperación de esta enfermedad que amenazó mi vida. Me siento feliz y libre, me siento mejor persona y madre…  y me estoy preparando para ingresar a una carrera así puedo ayudar mejor a los demás, eso es lo que más quiero.»

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7. Consecuencias.

Algunas consecuencias son positivas y agradables, como cuando te dan elogios por tus éxitos. Algunas consecuencias son dolorosas, como decepcionar a los demás o endeudarse.

Una intervención es un método en el que la familia y los amigos se organizan para confrontar a una persona sobre el impacto de su adicción («No te daremos más dinero hasta que empieces un tratamiento»). Obtener un llavero por un tiempo sobrio en Narcóticos Anónimos, es una consecuencia. El dosaje de drogas en orina está ligado a varias consecuencias. Pero las consecuencias en la vida no siempre son claras. Puede que los demás te rechacen y vos no saber por qué. Las consecuencias también pueden ser injustas, como cuando te discriminan o te niegan las oportunidades que mereces. El trauma y la adicción tienen todo tipo de consecuencias, algunas justas, otras injustas. Las personas a las que les va mejor en la recuperación prestan atención a las consecuencias, observan el impacto de su comportamiento y tratan de comportarse para obtener recompensas positivas siempre que sea posible. Escuchan el mensaje de las cosas que te pasan en la vida.

 

¿ Cómo se sienten las consecuencias?

Cuenta alguien con comportamientos sexuales compulsivos: “Una vez me conecté a internet y de repente tuve acceso gratuito a la app de citas más grande del mundo…  En el mundo digital era fácil buscar personas que me interesaban y alejarme de las que no me interesaban… 

El problema fue que me olvidé de mi vida real. La emoción de esos romances fugaces fueron más fuertes que mi necesidad de ir a trabajar, pagar el alquiler, hacer las compras, y ocuparme de mí. Con el tiempo, mi vida se iba arruinando gradualmente hasta que me quedé completamente sola y desesperada. Eventualmente mis hermanos intervinieron…  estoy tan feliz de que se hayan animado a hacerlo. Ahora tengo un trabajo que me gusta y un departamento muy lindo, e incluso he empezado a asistir a un taller de teatro. No he conocido a nadie todavía, pero está bien, tampoco estoy lista para una relación seria de todos modos. Pero algún día tengo confianza que conoceré a alguien, gracias a mi recuperación”.

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8. Creatividad.

La creatividad y la curación están directamente relacionadas. La creatividad ayuda a acceder a partes de uno mismo a la que no se puede acceder de otra manera. Te permite convertir el dolor emocional en una auténtica expresión de tu originalidad que inspiran a otros o contribuyen al mundo. La creatividad se da a través de las artes tradicionales como la pintura, la escritura y el teatro; y desde una perspectiva más amplia, a través del trabajo intelectual, la búsqueda espiritual o un compromiso social. También cuando participás del trabajo creativo de los demás, como ir a ver buen cine, muestras de arte, conciertos, recitales. Todas estas cosas abren tu mundo interior y te permiten jugar con posibilidades a través de diferentes perspectivas y formas de expresión.

¿Cómo se siente la creatividad?

Una mujer que sobrevivió al abuso infantil y al alcoholismo dijo: “El arte se convirtió en un maravilloso modo de liberación. Es como si pudiera pasar de todo el trauma y toda la locura de mi vida a mi expresión artística de una manera segura, donde podía expresarme y ser creativa, haciendo lo que quería hacer. Podía tener el control total de lo que había en ese lienzo. El desnudo que pinté cuando tenía 20 años… creo que la historia detrás de ella es que el cuerpo es algo hermoso y debe ser apreciado y respetado”.

 

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Experimentá con diferentes formas 🙌🏼

Cada uno de los ocho métodos de este capítulo es un proceso central de cambio, y cada uno de ellos también viene en diferentes formatos. Por ejemplo, si estás interesado en el proceso de cambio como aprender nuevos afrontamientos, podés hacerlo usando cualquiera de estos formatos:

📌 Leer libros sobre el tema.

📌 Empezar un programa de tratamiento.

📌 Anotate en una carrera o un curso.

📌 Empezá a asistir a un grupo de ayuda mutua (Narcóticos Anónimos, Alcohólicos Anónimos, etc).

📌 Fijate cómo lo hacen los demás.

 

Referencias:

LISA M. NAJAVITS, PhD Recovery from Trauma, Addiction, or Both. The Guilford Press. 2017