En las fiestas y las vacaciones, donde solemos compartir más tiempo con los seres queridos, podemos tener discusiones y problemas en las relaciones con los demás, especialmente con los más cercanos. Esto suele precipitar emociones negativas amplificadas por el contexto del fin de año, que puede significar un riesgo a sufrir recaídas en todo tipo de problemas comportamentales, especialmente las conductas adictivas e impulsivas en general.
Empezar la frase con “yo”
Intenta cambiar el estilo de comunicación de uno negativo a uno positivo. Por ejemplo, en lugar de decir «detesto cuando tomás o consumís (o cualquier otro comportamiento)», puedes hacer que la frase sea más positiva diciendo «que tipazo sos cuando estás sobrio». Ambas frases piden el mismo resultado (no tomar), pero una frase tiene palabras de agresión y la otra tiene palabras de amor.
Cuando las relaciones atraviesan tiempos difíciles, relacionados con el consumo o no, hay cuatro cambios predecibles en la forma en que las parejas se comunican. Dejan de usar estilos de comunicación saludables que (1) son positivas, (2) comienzan con “yo”, (3) muestran comprensión y ( 4) muestran voluntad de compartir la responsabilidad de la situación. El estilo positivo-yo-comprensión-responsabilidad, permite que se suavice la interacción. El otro/otra no se siente atacado y, por lo tanto, es menos probable que contraataque. No es difícil aprender un estilo de comunicación más amable, pero requiere práctica. Cuando se han estado atacando y lastimando durante algún tiempo, cambiar la forma en que se comunican es al principio un poco como nadar contra la corriente; es posible pero hay que concentrarse. Lo que encontrarás, sin embargo, es que si haces el esfuerzo de mejorar la forma en que te comunicas, tu ser querido afectado encontrará menos excusas para responder negativamente.
Estilo positivo de comunicación.
A medida que la relación se vuelve más y más conflictiva, las conversaciones pierden sus componentes positivos y se enfocan casi exclusivamente en lo negativo.
Ejemplos:
Negativo (N) Positivo (P)
(N) Siempre arruinás mis salidas.
(P) Me doy cuenta que disfruto mucho compartir con vos cuando no tomás.
(N) Con vos es imposible ahorrar para lo mínimo, ni vacaciones tenemos por tu culpa.
(P) Por favor, ayudame a mantener el control de los gastos anotando en el presupuesto para ver si logramos ahorrar e irnos de vacaciones.
(N) Vos y tus amigos armaron un desastre en casa anoche.
(P) Me alegra que a tus amigos les guste venir a casa. ¿Podríamos ver de qué manera se mantiene ordenado cuando terminen?
(N) No soporto cuando me mentís.
(P) Te quiero creer pero no me parece creíble esto que decis.
Empezar la frase con “yo”.
La manera más rápida de provocar una pelea es hacer que alguien se sienta atacado. Y la forma más fácil de hacerlo es comenzar una frase con la palabra «vos (esto o aquello)». En cuanto la mayoría de las personas escuchan que la frase empieza con “vos (esto o aquello)”, se preparan para el ataque, y por una buena razón. Comenzar una oración con «vos» pone a la otra persona en el centro del problema.
Dada la naturaleza habitualmente conflictiva de estas relaciones, naturalmente se espera que este enfoque sea un ataque.
Por lo tanto, la persona se prepara para la lucha o la huida. A partir de ahí en un segundo se pasa rápido a una discusión.
Cuando hable con su ser querido sobre problemas o asuntos emocionales, asegúrate de decirle cómo se siente o qué quiere, no qué está haciendo mal. Ejemplos:
V: Vos quien te crees que sos para no ir a la cena, ni siquiera llamar por haber estado tomando
Y: Me duele (Yo) cuando no venís a la cena y no llamás para avisar si estás bien o te pasó algo.
V: Seguro te (vos) vas a matar en el auto por manejar borracho.
Y: Me (yo) asusto mucho cuando tomás y manejás de noche.
V: No se te (vos) ocurra tomar esta noche.
Y: Estaría tan feliz si no bebieras esta noche.
Te entiendo.
Hay otra pieza clave de la comunicación que te ayudará a llevarte mejor a pesar de los
problemas que discutas. Tratá de incluir la idea de que intentás entender al otro/otra, simplemente agregando «te entiendo» en tus discusiones. Es decir, hágale saber a tu ser querido que la/lo comprendes y que te preocupa por sus sentimientos. Por ejemplo, supongamos que estás tratando de que la persona con un trastorno adictivo salga a buscar trabajo. Puede usar todas las técnicas que ya hemos discutido y decir: “Amor, estoy muy preocupada por nuestra situación financiera en este momento. Realmente ayudaría si llevás tu currículum a ese lugar que están buscando gente”. Ese sería un muy buen comienzo. Sin embargo, sería aún mejor si agregara una frase que expresen comprensión para que
tu ser querido sepa que aprecias lo difícil que es para él. Por lo tanto, podría decir: “Amor, sé lo frustrante que es para vos buscar trabajo ahora con lo difícil que está la situación, pero estoy muy preocupada. . . .”
Demostrar que entendés cómo se siente la otra persona hace que sea más fácil para esa persona escucharte sin sentir que tiene que defenderse.
Compartí la responsabilidad.
Hemos pasado mucho tiempo explorando cómo tu comportamiento se entrelaza con el de tu ser querido afectado por una adicción. Aunque vos no sos la causa del problema, estás íntimamente relacionado con él y tenés un efecto sobre él. Por lo tanto, es lógico compartir parte de la responsabilidad por las cosas que andan mal.
(No en todos los casos, pero cuando sea apropiado).
Cuando le pidas a tu ser querido que haga un cambio, además de reconocer lo difícil que es, hacerle saber que vos también sos parte de la foto de lo que hay que cambiar. Tené en cuenta, sin embargo, que no necesitás asumir la responsabilidad por todo lo que sale mal o por el comportamiento de tu ser querido. Solo necesitás reconocer que también sos parte de cualquier situación que esté sucediendo. Estos son ejemplos de cómo puede
hacer esto.
- “Entiendo que te enojés cuando los chicos hacen tanto ruido. Por ahí podría hacer que jueguen en su habitación para que puedas concentrarte en mirar los avisos de empleo de los clasificados”.
- “Sé que en parte es culpa mía que discutamos tanto. Voy a tratar de ser más comprensivo y espero que vos también trates de ver mi versión de los problemas”.
- “Sé que a veces reacciono excesivamente cuando tomás, incluso cuando no es necesario. Trabajemos juntos para resolver nuestras diferencias”.
Una de las maneras más fáciles de demostrar que te ves a vos mismo como parte de la situación que haya que cambiar y puede calmar una situación emocional diciendo algo como “¿Puedo ayudarte? Te veo molesto por algo”.
Resumen...
La forma en que le hablas a tu ser querido no solo refleja lo que sientes por él, sino que también establece el tono de sus reacciones hacia vos. Practica usando el estilo de comunicación positivo-yo-comprensión-responsabilidad que presentamos acá. Te proponemos algunos deberes:
Escribí frases con un estilo negativo que le hayas dicho a tu ser querido en el pasado y práctica volver a escribirlas en formato positivo-yo-comprensión-responsabilidad. Luego, asegúrate de usar este estilo para que tu ser querido sepa lo que te gustaría que hiciera y cómo responderás a ese comportamiento. Cuanto más claro sea el estilo positivo-yo-comprensión-responsabilidad con el que comuniques tus pedidos y logres planear tus respuestas con anticipación, más fácil será que tu ser querido coopere con estos cambios.